A finales de Otoño del año 1991 nací yo. Me llamo Almudena y a día de hoy tengo 22 años. Os voy a contar la historia de mi vida, haciendo referencia al uso de las TIC a lo largo de ella.
Supongo que muchos de los que hoy me estáis leyendo os sentiréis identificados con lo que os voy a contar. Con este relato quiero dejar plasmada la evolución del las TIC desde que yo tengo uso de razón hasta nuestros tiempos, y la importancia de no solo introducirlas en las aulas, sino de darles uso para aprender y cambiar muchas cosas.
En la década de los 90, cuando decidí salir al mundo, me encontré con varios "aparatos" que me marcarían un antes y un después. Lo primero que recuerdo es un colgante musical (ese aparato que se colgaba al lado de la cuna y tirando de una cuerdecita, sonaba una nana). Fue mi primer contacto directo con algo "interactivo". Ahora los bebés duermen en su cuna con móviles luminosos y sonoros encima de sus cabezas, que nada tienen que ver con tirar de una cuerda para que suene una canción. La televisión es un elemento que siempre nos ha acompañado, ¡qué no soy tan mayor! La verdad que es increíble el cambio que ha dado este elemento desde que nací. Recuerdo la televisión que teníamos... un armatoste de hormigón, que si la tenías que mover ya podías traer un carro... En un lateral de la pantalla estaba el altavoz y una tapa con los botones 1,2,3... por si nos cargábamos el mando. O bueno, por si quería cambiar de canal y fastidiarle el "Dragon Ball" a mi hermano. Y el mando. ¿Qué decir del mando? Era gris, plano, con teclas duras y rectangulares tan finitas que con un dedo dabas a 3 canales a la vez. Teníamos mil películas en VHS, que veíamos, por supuesto, en el vídeo, que posteriormente evolucionó al DVD.
También, como a casi todo hijo de vecino, sus padres o familiares, le fotografiaba desde el día 2 o 3 de su nacimiento hasta ya bien entrada la pre-adolescencia. Yo, no iba a ser menos, y de esta forma indirecta, me he criado con un elemento tecnológico. Os presento nuestra cámara de fotos.
Una Olympus XA1 que nos ha acompañado tantos años que todavía la seguimos conservando como oro en paño, y nos acompañaba a cada viaje, con un carrete de 36 fotos. De esta manera y a diferencia de hoy en día, tengo reflejada mi infancia en imágenes impresas en papel fotográfico.
Otro de los elementos con los que he convivido, es la radio. A pesar de que en casa ya no se le diera el uso que antes le daban cuando no existía la televisión, también nos ha acompañado. No es raro todavía ver a mi padre con ella escuchando el partido de fútbol, y os confieso una cosa... ¡a veces suena mejor que hasta mi propio iPod!
Con esto de tener dos hermanos mas mayores que tú juegas y heredas todo tipo de cosas aunque sean chicos... desde el juego con un tablero luminoso en el que operábamos a un paciente a corazón abierto, hasta la "Game Boy" de Nintendo, de color gris que llegó a mis manos cuando se aburrieron de ella. Era la primera consola portátil de la historia con el ya conocidísimo Tetris. Los juegos eran unos cartuchos pequeños que se insertaban detrás de la consola. Todavía la tengo por ahí guardada.
Ya teníamos mini-cadena en casa, con base para discos de vinilo, radio casete y también para Cd, pero aún se utilizaban mucho las cintas de música. Los Walk-mans para escuchar música, otro elemento inalámbrico que funcionaba a pilas y se colgaba de la hebilla del pantalón, que posteriormente cambiamos por Disc-man. Como yo era más pequeña, pero no menos moderna para esa época, tenía un mini radiocasete de colores con micrófono incluido para creerme que era "Rosa de España" en Eurovisión. Los Tamagochi, los Furby... Toda una infancia sin ordenadores, ni tabletas electrónicas. Con la entrada de mi hermano al instituto (yo tenía 7 años), mis padres nos apuntaron a una academia para aprender el manejo de los ordenadores. Primero empezamos con la mecanografía, y de ahí pasamos a todo el uso del ordenador, aunque en casa no teníamos. Supongo que mis padres se anticiparon al futuro que venía, ya que ellos no podían darnos esos conocimientos. No tuve mucho más contacto con los ordenadores hasta que no llegué a la ESO, donde teníamos clase de informática, pero se basaba sólo en eso, la informática. Ni siquiera a día de hoy he recibido una clase interactiva. A lo mucho, el uso de un proyector como soporte para una clase.
Mis padres nos compraron un ordenador, pero no teníamos internet, y hasta bien entrada la adolescencia no lo tuve en casa, por lo que solo hacía uso de este en el instituto o en locutorios. Tampoco lo veía tan necesario. En esos momentos solo utilizaba la tecnología para el ocio porque nadie me enseño que servía para algo más. Tenemos acceso a una enorme cantidad de fuentes, pero no hacemos uso de ellas. A lo largo de nuestra vida somos educados para un mundo que no sabemos como será y debemos desarrollar una buena base para poder encontrar respuestas a las preguntas que encontraremos en el futuro (Adell. J, 2010).
Desde que mis padres decidieron que entrara en el mundo de las TIC, no hemos dejado de evolucionar, y desde que escogí mi futuro como maestra me he dado cuenta de que nosotros también necesitamos evolucionar junto con la sociedad de la información. La creatividad de las personas debería tener el mismo status social que la educación (Robinson.K, 2006).Tenemos que aprovechar la potencialidad que tienen las TIC para impulsar nuevas formas de aprender y enseñar (Coll. C, 2010). Si nosotros los maestros, no buscamos nuevos métodos de enseñanza, bajo mi punto de vista, algún día el sistema educativo fracasará. Estamos estancados en una era pasada, y a pesar de tener muchos avances al alcance de nuestra mano, no sabemos aprovecharlos. Los cambios son buenos si favorecen y mejoran no solo el aprendizaje de los alumnos, sino que también se mejoren sus expectativas, su motivación y sus propias capacidades. La tecnología tiene un efecto transformador en el trabajo (Robinson.K, 2006), por eso lo importante es la necesidad de introducir una metodología de usos de las TIC que tenga en cuenta al mismo tiempo las características de las herramientas tecnológicas y las principales dimensiones de las prácticas educativas (Coll. C, 2010).
Para mí, lo más importante es crear alumnos/as competentes para el futuro, enriquecidos no solo intelectualmente, sino de manera social. Nunca hay que olvidarse de que no dejamos de ser personas y que lo importante es la forma de enseñar y aprender, y no lo moderna que sea la tecnología que tenemos en el aula (García. S, 2011). Una vez que el alumno/a ha aprendido a buscar sus fuentes, a discriminar entre ellas, intenta ser crítico y selectivo con la información que recibe, sabe convertir esa información en conocimiento y relaciona lo que ya sabe, creando así un nuevo conocimiento con esa nueva información así que podemos decir de primera mano que se ha convertido en un buen ciudadano digital. Utilizando métodos didácticos es una vía para conseguirlo (Adell. J, 2010).
De ahí la importancia de introducir la pizarra interactiva digital (PID) en las aulas, de tener un aula de informática siempre a disposición de los alumnos, puntos de acceso a internet, tabletas como soporte educativo (una por cada alumno/a)... Son recursos atractivos, novedosos y con su uso adecuado como nuevo sistema de educación, los alumnos/as, desde pequeños aprenderán un nuevo uso de ellos, y no por eso serán niños/as pegados a una tableta.
Siempre debemos tener en cuenta que la capacidad de transformación y mejora de la educación de las TIC, puede hacerse o no hacerse realidad, y hacerse en mayor o menor medida, en función del contexto en el que estas tecnologías son utilizadas (Coll. C, 2010).
Con este tipo de educación existe una relación de doble sentido; por un lado, el maestro debe adaptar y modificar sus clases en función de las necesidades del alumno/a, tratando de empezar desde un punto básico y poco a poco ir construyendo nuevos conocimientos. El alumno/a, de esta manera forma parte activa de la clase y existe una retroalimentación entre ambos. Esta es una forma de aprendizaje colaborativo y significativo, basándose en la experiencia (los alumnos/as son los que investiga, se equivocan y comienzan de nuevo) y dependiendo del conocimiento previo (Garcia. S, 2011).
A pesar de las elevadas expectativas de cambio y mejora de la educación generadas por las TIC y los pocos avances conseguidos hasta el momento (Coll. C, 2010), no debemos mirar hacia otro lado. Desde pequeños nos frenan la creatividad con el miedo a equivocarnos, pero si no estamos dispuestos a equivocarnos, nunca haremos nada original (Robinson.K, 2009). Así que, querido maestro/a que estas leyendo estas líneas... ¡¡Sí, tú!! Lánzate, aprende, empápate de todo, no tengas miedo, enriquécete y en el futuro, sembrarás semillas pequeñas, que un día, se harán grandes.
Como conclusión plasmo una frase de César Coll, que para mi es una breve explicación de por qué debemos introducir las TIC en nuestras vidas, ya no como maestros, si no como ciudadanos de la sociedad en la que vivimos.
"No se trata de utilizar las TIC para hacer lo mismo pero mejor, con mayor rapidez y comodidad o incluso mayor eficacia, sino para hacer cosas diferentes, para poner en marcha procesos de aprendizaje y enseñanza que no serían posibles en ausencia de las TIC". (Coll. C, 2010).
Os dejo un vídeo que refleja la evolución de las TIC desde los años 80.
Almudena Antonio Martín.
BIBLIOGRAFÍA:
Coll,
C. “Aprender y enseñar con las TIC: expectativas, realidad y potencialidades.”
en Carneiro, R., Toscano, J.C., &
Díaz, T. (2010). Los desafíos de las TIC para el cambio educativo. p.
116-123. Madrid. Fundación Santillana.
García Cabezas. S. (29/08/2011). "ICT IN EDUCATION: NEW HORIZONS TO CONSTRUCTIVISM". CC Creative Commons.
Robinson. K. (2006). "Las escuelas matan la creatividad". 03/08/2009, de TED Sitio web: https://www.youtube.com/watch?v=nPB-41q97zg
Adell. J. (2010). "La competencia digital". 13/02/2011, de CC Conocity Sitio web: https://www.youtube.com/watch?v=tjC1LOC0r1g
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